El coronavirus ya estaba en España un año antes de que estallara la pandemia, según un estudio de la Universidad de Barcelona (UB) que ha detectado el SARS-CoV-2 en muestras de aguas residuales recogidas en esa ciudad española el 12 de marzo de 2019.
El resultado de la investigación probaría que la infección circulaba en España mucho antes de que se tuviera constancia, según un comunicado difundido por la UB este viernes. El Gobierno español declaró el estado de alarma el 14 de marzo pasado y aprobó medidas severas para restringir el movimiento de la población y las actividades sociales y económicas para contener el contagio.
Los expertos de la UB estudiaron semanalmente muestras obtenidas de dos plantas de tratamiento de aguas residuales de la capital regional de Cataluña, bajo la premisa de que existen grandes cantidades de genoma de coronavirus en las heces.
“Los niveles del genoma SARS-CoV-2 coincidieron claramente con la evolución de los casos de COVID-19 en la población”, explicó el coordinador del trabajo, Albert Bosch.
No obstante, haber encontrado presencia de virus antes de que se diagnosticaran casos demuestra, según los especialistas, que muchos infectados de COVID-19 podrían haber sido confundidos con enfermos de gripe en los servicios de atención primaria sanitaria.
“Haber detectado la difusión del SARS-CoV-2 con un mes de anticipación habría permitido una mejor respuesta a la pandemia”, según Bosch.
La región de Madrid anunció hoy que vigilará 300 puntos de la red de aguas residuales, 45 en la capital de España, para detectar el coronavirus, ya que su eliminación por las heces permite conocer de forma precoz su incidencia, como ya están haciendo otros países europeos.
Mientras tanto los datos diarios ofrecidos por el Ministerio de Sanidad siguen recordando que el virus sigue ahí aunque su nivel de afectación es muy pequeño. Según esos datos, en las últimas 24 horas se registraron ocho fallecidos por la COVID-19, que elevan los decesos de la última semana a 11 y el total a 28 mil 338.
De ayer a hoy se diagnosticaron 191 nuevos contagios, 247 mil 905 desde el inicio de la pandemia.
Los datos destacan también el número de profesionales sanitarios que se han contagiado por la COVID-19, 52 mil 446 hasta el momento.
SIGUE LA ALERTA POR LOS BROTES
Las autoridades sanitarias siguen muy atentas a los 40 brotes de coronavirus activos en el país, aunque los de riesgo son alrededor de diez. Dos son los que más preocupan, uno que afecta a 250 personas de cuatro comarcas de la región de Aragón (noreste) y a 89 de un centro de acogida de Málaga (sur), aunque el foco está localizado y la situación sigue bajo control, según el Gobierno regional andaluz, que realiza un estudio epidemiológico para rastrear a todos los posibles contactos.
En el otro extremo, las autoridades sanitarias declararon este viertes a la isla de La Palma, en el archipiélago atlántico de Canarias, como territorio libre de COVID-19, tras dar negativo en las pruebas de coronavirus el último paciente que quedaba contagiado.
La Palma, se une el Hierro, La Gomera, Lanzarote y La Graciosa, todas en Canarias, como islas en las que actualmente tampoco hay casos activos del virus.
UN ACUERDO “GARANTISTA” CON LA UE
Para evitar los contagios importados el Gobierno español busca en Bruselas un acuerdo “garantista” para la salud de los ciudadanos de cara a la reapertura de fronteras exteriores de la Unión Europea, prevista para el 1 de julio. Una negociación que no es “fácil”, según reconoció en rueda de prensa la ministra Portavoz del Ejecutivo español, María Jesús Montero, porque “hay intereses lógicos económicos” para que las fronteras se reabran cuanto antes, especialmente en los países más turísticos.
Los Veintisiete evalúan actualmente y sin haber podido llegar por el momento a un acuerdo, la lista de países a cuyos habitantes abrirán sus fronteras en julio. Estudia así imponer restricciones de entrada en la UE a ciudadanos de países terceros según su situación epidémica, lo que podría impedir la llegada de ciudadanos de países como Estados Unidos, Brasil o Rusia, en los que la epidemia aún no ha sido controlada.