El histórico cancerbero jugó para Puebla, Zacatepec, Toros Neza y Cruz Azul.
La mañana de este jueves, Pablo Larios perdió la vida a los 58 años de edad por un paro respiratorio luego de ser internado desde este jueves por complicaciones intestinales. Larios no pudo sobrevivir tras la intervención médica a la que fue sometido en un hospital de la capital de Puebla y el deceso fue confirmado a Mediotiempo por Roberto Ruiz Esparza, exfutbolista y político mexicano. Oriundo de Zacatepec, donde durante su infancia vivió muy cerca del Estadio Agustín «Coruco» Díaz, Larios debutó precisamente para los Cañeros de esa localidad y luego jugó para Puebla, Cruz Azul y Toros Neza, además de ser el portero titular de la Selección Mexicana en el Mundial que se llevó a cabo en nuestro país en 1986. Fue Campeón de Liga y Copa con la escuadra poblana en la Temporada 1989-1990, además de ser subcampeón con Cruz Azul y Toros Neza. Sin embargo, desde hace años vivió en Puebla, cercano solo a sus suegros y cuñados porque su esposa murió años atrás. Hace 10 años, el exportero perdió a uno de sus tres hijos al intentar cruzar el Río Bravo para dirigirse a Estados Unidos y en los últimos años se dedicó a la confección de uniformes para empresas de seguridad. Larios vivía alejado de los reflectores y años atrás había sido sometido a varias cirugías de nariz porque prácticamente se le había destruido el cartílago, ante lo que siempre negó sus problemas de drogadicción.